jueves, 28 de julio de 2011

20110728 Central Park

No hay mucho que decir sobre el Central Park, todo el mundo sabe que es donde más peligro hay de morir si es de noche y estás rodando una película. 

Nuestro contacto juntas (únicamente diurno y off the record) con este oasis en el corazón de la estresada y contaminada ciudad no comenzó especialmente bien, pero como somos tremendamente cabezonas, le dimos una segunda oportunidad. Lo cierto es que es un lugar precioso para aislarse del tráfico y las calles infestadas de hordas humanas y poder pasear tranquilamente a tan sólo unas cuantas paradas.

Primer intento: 22 de julio
Cuando se te fríe el cerebro a 40ºC nada parece bonito (excepto los espejismos de paraísos llenos de botellas de agua fría, sombras y macizos abanicándote sin coste extra ni tips(*)). Estábamos realmente asfixiadas y no lo disfrutamos.

Jels maldiciendo el tráfico que pasa a través del Central Park
Piscina chunga, con miles de normas y con colas eternas, a la que entrabas por turnos y donde tenías que pelear por un sitio tanto fuera como dentro del agua.
No puedo más Jels, sigue sin mí, si me quieres, ¡vete!
(*) propinillas que se lleva todo quisqui en este país. (NdT)
 
Segundo intento: 27 de julio
La música amansa a las fieras, así que comenzamos con un poco de jazz.
Un estanque lleno de tortugas.
Una fuente
Un pasaje
Unas vistas de la ciudad
Un rinconcito
 Repetimos: 28 de julio
Ahora tocaba la parte sur:


Un puentecito
Las vistas desde el puente
Haciendo el mongui en una piedra
¡Yo no sé qué tendría aquella piedra oye!

Con Alicia & Cía.

“Central Park es una brisa de aire fresco en medio de una ciudad estresante donde se amontonan edificios y personas”
Jels

1 comentario:

  1. Hay parques infinitamente más bonitos en Europa, que lo sepáis.

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