Después de nuestra aventura con las avestruces, habíamos reservado una cabaña en Tsitsikamma Storms River Mouth.
Nuestra cabaña miraba hacia el mar, que chocaba enfurecido contra las rocas. Por la noche en el cielo despejado vimos las constelaciones del hemisferio sur. Todo muy idílico.
Pero no solo nos conformamos con las olas del mar y el bonito paisaje. Las aguas negras del Storm River había que catarlas.