jueves, 28 de julio de 2011

20110728 Financial District

Hartitas de ver tanto barrio cutre y roñoso, decidimos que ya era hora de ver alguna zona lujosa. Así que nos encaminamos a este barrio.

La bandera americana que no falte en Wall Street
La verdad es que el ambiente que se veía allí era completamente diferente al de otros barrios. En éste la gente que veías por la calle era mayoritariamente de raza blanca, enchaquetados (qué calor) y los negros eran normalmente los porteros de los edificios. Latinos sólo ví en las tiendas de comida de los alrededores. 

Fauna de Wall Street. Peces gordos.

A mí ya que no me cuenten rollos, aquí hay mucha segregación y mucho clasismo. Yo creía que la población iba a estar más mezclada, pero los dependientes de las tiendas son siempre de las mismas etnias. Según un americano que conocimos, y luego nosotras hemos podido comprobarlo, para darte cuenta de esto sólo hay que montarse en la línea A de metro. Esta línea recorre desde el Bronx hasta Brooklyn, pasando por Manhattan. Y se puede ver clarísimamente cómo van cambiando los colores de la gente que se sube y se baja.

Pero estábamos en Wall Street. Sinceramente esto no es lo que yo me esperaba cuando me imaginaba esto. Lo que yo esperaba ver es la sala esa donde estan todos los brokers estresados en plan ¡compra! ¡vende!. No la encontramos, y no creo que nos dejasen verla. No se puede acceder a casi ninguno de estos edificios así que hay q limitarse a pasear y dejarse las cervicales mirando a estos colosales (y fríos) edificios.

En el Federal Hall con Washington


La iglesia más vieja de NY en el fondo

La verdad es que no queríamos entrar a hacer el turisteo macarra de rigor, pero nos asomamos y el portero nos abrió la puerta con una gran sonrisa y nos dijo "Enjoy" así que ya no pudimos negarnos a entrar en Tiffany's.

Tiffany's, que tienda más pijilla

Lo que tenían allí era precioso, la verdad. No somos chicas que lleven muchas joyas, ni que nos guste mucho adornarnos, pero casi todo lo que estaba expuesto era tan bonito y tan brillante que nos extasiamos.

Por mucho que me estrujé el cerebro no se me 
ocurrió cómo robar esos collares tan divinos

¿Es o no es una joyita de niña? ¡Debería estar expuesta!

Ésta es la única foto de las joyas que nos dejaron tomar antes de regañarnos. 
Sólo decir que a Cris la forma de los porta-anillos le parecía ridícula y sugerente.


Salimos de alli y seguimos dando unas vueltecitas por el barrio.

Con todos nuestros respetos, otro maldito rascacielos.


Otro más, soy incapaz de distinguirlos y memorizar sus nombres

Terminamos en una plaza que tenía una fuente muy bonita y una escultura interesante. Ya habíamos visto más o menos todo y decidimos ir a comer a nuestro amado Central Park.

Arte moderno

Una fuente un poco Zen

Para terminar una foto mía en una actividad en la que me paso el 80% de mi tiempo aquí: mirando mapas. Eso, más la guía en la mano y la cámara Canon colgando del cuello de Cris es la señal inequívoca de que somos unas súper turistas.



3 comentarios:

  1. ¿Que no se te ocurrió cómo robarlos? ¡Haberme preguntado a mí mujer!

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  2. Desayuno en tiffanys!!!! Y no os comisteis ni una simple magdalenita en la puerta??? jo. Es triste lo se, pero yo lo hubiera hecho...al igual que entrar en un taxi y decir: ¡Siga a ese coche! solo por hacer el tonto

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  3. Jajajaja no, no lo hicimos. Ni siquiera teníamos pensado entrar. No somos tan fanáticas como tú. Un besito guapa.

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