Oh New York, New York! Yo que te imaginaba tan limpia, reluciente y ordenada. En mi cabeza veía una ciudad moderna y cuidada, como una Europa sazonada con aromas a perrito caliente, hamburguesa y salsas barbacoa....
Y sin embargo en el ombligo del planeta Tierra no todo es como lo pintan en las películas y series que vemos.
ADVERTENCIA: esta entrada tiene imágenes que pueden herir su sensibilidad.
Estamos alucinadas, por eso queremos dedicar una entrada del blog a la basura y roña que nos hemos encontrado en esta ciudad. Dejemos que las fotos hablen por sí solas.
La basura
Después de mucho preguntarme por qué, por qué, por qué?! tienen que dejar los comercios la basura putrefacta por las calles en pleno verano a 40ºC no he conseguido hallar una respuesta. Como os podréis imaginar la peste es mortal al pasar al lado de estas bolsas putrefactas.
Creedlo, estas fotos fueron tomadas en Manhattan.
En Brooklyn, al lado de nuestro piso.
Mierda, pisé un chicle.
Esta semana, a temperaturas más normales, no olía tan mal. Pero da impresión de suciedad y de ciudad poco cuidada.
Las estaciones de Metro
En defensa de las estaciones de metro diré que el transporte público funciona sin descanso todos los días. Es por eso que quizás no tienen ocasión de limpiar y arreglar los desperfectos. Pero hay zonas que simplemente no han visto el agua o la pintura en la vida. Y no quiero ni hablar de las ratas.
Paredes mugrientas
Charcos de goteras en el suelo y mala pinta de la estación
Desagüe cochambroso
La pintura del techo se cae a pedazos
¿Qué es ese líquido negro viscoso que sale de ahí?
Escaleras oxidadas
Hubo un día en que estos azulejos eran blancos...
Viniendo de recogida un chaval decidió que éste era un
buen sitio para vomitar. Lo vimos en directo, qué suerte.
Sí, aquí olía a humanidad. El metro tardó
muchísimo en venir y aquello se llenó de gente.
Encuentra a la rata en esta foto.
Después de esta imagen tan agradable, nos despedimos y sólo diré que ciertos barrios no son adecuados para narices refinadas. Y menos en una ola de calor.
Estupendo modo de valorar dónde uno vive, no? La verdad es que debe ser difícil gestionar una ciudad de tantísimos millones de personas.
ResponderEliminarSalís muy guapas las dos.
Es la primera vez que me encuentro con compatriotas que comparten punto por punto mi opinión sobre esta glamourosa ciudad. Ay, qué alegría, porque como lea otro blog de gente que viene de vacaciones a NY y cuenta lo maravillosísisisimo que es esto, me corto las venas con una barandilla roñosa del metro.
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarme parto!
Génova parece el edén ahora!
aunq tengo q decir q Génova, con toda su mierda y sus ratas mutantes, es una ciudad preciosa :)
Bueno, me gustaría que os fijárais en la foto en la que sale Jels con la basura, a su izquierda tenemos ni más ni menos que un estupendo puesto de fruta fresca. A tan sólo 1 metro de distancia... es que no tiene sentido.
ResponderEliminarTambién, como curiosidad, leed lo que pone en la papelera en la foto en la que Jels, desafortunadamente, pisa un chicle recalentado por el sol newyorkino... ¡ironías de la vida!
New Yok, New York!
ResponderEliminarDe nada de eso nos hablaba el Sinatra en su canción. Quizás le censuraron.
O qué decir del desconocimiento total al concepto de reciclaje. One use only
Está claro que con tanto óxido por el metro es altamente recomendable meterse de por vena la vacuna del tétano antes de pisas estas tierras.
Have a nice trip girls!
¡Seguro que le censuraron! Los americanos son mucho de guardar las apariencias, pero ya sabemos la verdad.
ResponderEliminarguardar las apariencias... o meterlas debajo de la alfombra con una escoba...
ResponderEliminar