domingo, 24 de julio de 2011

20110724 Viviendo la dieta americana

El domingo es un día especial, no hay que trabajar y una puede levantarse tarde y remolonear en la cama. Hay tiempo suficiente para desayunar tranquilamente algún que otro manjar y el día puede dedicarse al esparcimiento y la vagancia. Nada que no sepáis ya.


Jels y yo, a pesar de estar de vacaciones y no tener que trabajar, somos chicas tradicionales que respetan las buenas y sanas costumbres. Aquí viene nuestro domingo en New York.

Nos levantamos cuando los ojos se nos abrieron solos, cansados ya de estar cerrados. Ninguna miró el reloj, así que supongamos que eran las 10 AM. Ducha relajada, conversaciones relajadas del tipo: "¿Qué hacemos hoy?" "No sé, ¿tú que quieres hacer?" "No sé, ¿y tú?" "No sé... mmmm, yo tengo hambre." "Sí sí, parece que yo también." 

Muertas de hambre, decidimos ir a dar un paseo por el town center de Brooklyn a ver qué veíamos por allí para comer algo. Elegimos el sitio más cutre y auténticamente americano que vimos. Nuestros criterios estaban basados puramente en lo que hemos aprendido de las películas, y creedme, es cierto.

El brunch enriquecido con grasa y una pizca de colesterol (del malo)
Supongamos que eran las 12:30 PM. Pancakes con dos huevos fritos y bacon y tortitas con otros dos huevos fritos, jamón dulce, salsa holandesa y patatas fueron nuestros desayunos, que por supuesto compartimos. Ninguna podía perderse el delicioso sabor del bacon o el festival de sabores de la salsa holandesa y los huevos. Así que para empezar un buen domingo, dos huevos fritos cada una, con guarnición.


Para bajar la comida (al culo principalmente) decidimos dar un paseo por el Prospect Park de Brooklyn. Un parque bonito, pero un parque al fin y al cabo. Hay que decir que llegar allí en bus fue un infierno. Los domingos apenas hay autobuses y algunas líneas están fuera de servicio. Pasamos más tiempo esperando que otra cosa.



Si lo hacen los policías, no puede ser ilegal
Hartas de tanto verde, decidimos volver a casa no mucho después. Así que vuelta al maravilloso mundo de los transportes públicos. Buscando el metro que está al lado del parque encontramos una tienda estupenda donde compramos 12 donuts por menos de 3$. Están bastante ricos, pero un poco más dulces que los que se comen en España. Mientras esperábamos el metro devoramos ni más ni menos que 3 cada una. Podrían ser las 17:00 PM.
 
Si se llama Margarita, no puede ser mala
Después de esperar al metro un rato, y de espera al autobús durante una media hora más o menos, aburridas hasta los huesos, nos entró hambre. Justo al lado de la parada de autobús, además de haber un montón de basura apestosa, hay una pizzería con porciones a 1$ cada una. Señoría, la pizza se cayò dentro de nuestra boca, ¡no tuvimos tiempo para reaccionar! Supongamos que eran las 18:00. 


Los transportes públicos endemoniados, además de pasar cuando buenamente quieren, pasar por donde les sale de la trócola. Resulta que por allí no pasaba el bus. Buscamos la parada y volvimos a casa, agotadas.

Nos merecíamos una recompensa deliciosa
En la tienda de los donuts también compramos una sorpresa que cocinamos por la noche. Nos fuimos a la azotea del edificio a comérnosla tan contentas. Desde allí se puede ver el Empire State Building y los puentes de Brooklyn y Manhattan ilumiados. Unas vistas estupendas de las que no pudimos hacer ninguna foto decente. Una lástima.




6 comentarios:

  1. Dia perro sólo comiendo no??? Tendria que corroer la conciencia. Mañana a dar paseitos largos y dejaros de esperar tantos autobuses, así bajais toda esa grasa.

    ResponderEliminar
  2. Estos souvenirs en forma de lorza son lo mejorcito que os podéis llevar para Alemania :^D

    ResponderEliminar
  3. Como sigais así, vais a venir de talla típicamente estadounidense. Estoy de acuerdo con María, menos autobuses y más paseítos.

    ResponderEliminar
  4. dios mioo!!

    vale q la ciudad no era como esperábais...pero no atentéis contra vuestros cuerpesitos serranos de esa manera!!!!!!

    un pokito de verde por dioo!

    ResponderEliminar
  5. Hay que tener cuidadito, pero es que hay comida basura a cada dos pasos. ¡Resistir a la tentación es complicado!

    ResponderEliminar
  6. Lo único que espero es que no nos cobren sobrepeso al hacer el check-in en la vuelta. Sería realmente humillante.

    ResponderEliminar