sábado, 23 de julio de 2011

20110723 Guggenheim NYC

Después de la "bahía cochina" nos fuimos al museo. Éste es el secreto de un viaje inolvidable: días equilibrados. Una no puede irse a ver un montón de arena pocha y contaminación en estado líquido que azota la orilla donde insensatos acortan su vida y luego no enriquecer su mente con museos, óperas, catas de vino o partidas de bridge. 

Nosotras elegimos museos porque los trajes para ópera los llevó Ambrosio al tinte, se nos olvidaron nuestros catavinos de diamantes en la mansión de la montaña y nadie respondió a la voz de "dos para bridge".

Una tarde en el Guggenhaim.
Mientras esperábamos la cola para entrar mediante el popular método de pay-as-you-wish (ofertón especial los sábados a partir de las 5:45), nuestras compis de clase llegaron a deleitarnos con su compañía. 

El edificio nos pareció muy interesante y original, además de blanco. La colección que tenía no era muy extensa, así que en una hora estuvo ventilado. Lo que más nos gustó fueron los cuadros de Kandinsky.

Aquí van unas vistas del interior y del exterior:




Lo único que no llegamos a entender es por qué si este edificio es una obra de arte arquitectónica, uno no puede ni sentarse en el váter tranquilamente en uno de esos momentos de urgencias. Alguien de mucho prestigio faltó a la clase de "Columnas II: dónde colocarlas (Baños y aparcamientos)... tse tse.

3 comentarios:

  1. Habermelo dicho mujer! Me habria acercado a echar un bridge con vosotras en el jet privado!

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  2. jajajajaja

    creo q puedo apostar kien fue de las dos las q necesitó el baño!

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