martes, 2 de agosto de 2011

20110802 Marchando una de rascacielos

Uno de los últimos días de nuestro viaje lo dedicamos a ver edificios. Ahora que lo pienso, así tal cual dicho es algo un poco sin sentido, porque realmente cada día veíamos miles y miles. Sin embargo hay unos cuantos que se supone que son famosos y que no podíamos perdernos si queríamos obtener nuestro certificado de turistas en NY.

No obstante, nos lo tomamos con calma y elegimos los que nos dió la gana.


En esta bonita foto se ve a la izquierda Grand Central, donde llegan los trenes a Nueva York  y la que sale en las películas. Por dentro es impresionante, y probablemente sea de las pocas cosas limpias de esta ciudad. A la derecha se ve el edificio Chrysler, muy característico también del perfil newyorkino.

Un reflejo del Chrysler. Aquí Jels tuvo un segundo de inspiración. Quedó una foto muy bonita.

Pues sí, no podíamos no ir a una tienda de comics típica americana... somos unas frikis.

El Seagram, una joya arquitectónica que ni Jels ni yo supimos apreciar y del que esperamos que la hermana de Jels nos cuente algo

Parque de yonquis yanquis que encontramos de camino a otro de los edificios de la lista. Había un encuentro del FBI en el que regalaban perritos calientes si hacías cola junto a los drogatas. Mereció la pena.

El Flatiron, un bonito edificio famoso por ser muy delgado por uno de sus vértices. La base es triangular. El hecho de que me esté tocando la nariz no tiene nada que ver ni con el edificio ni con nada.

En otro parque que nos encontramos de camino estaba esta estatua de un escultor español. Le daba cierto aire de paz al lugar, además de que al lado estaban haciendo taichí.

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