sábado, 11 de junio de 2011

20110611 Y después del desfile…

Nos fuimos a donde tenían montado el carnaval, en Hallesches Tor. El metro estaba llenísimo de gente, como se puede observar. Menos mal que eran pocas paradas.






Y por supuesto allí gente por todos los lados, no era un sitio apto para gente que se agobie entre las multitudes.



Allí comimos todo tipo de especialidades sudamericanas, nos pusimos las botas y nos bebimos alguna que otra caipi, que costaban entre 3-4 euros. También probamos una bebida chilena que se llama pisco y aunque estaba buena creo que no era muy fuerte.
Había conciertos, puestos de artesanía y de comida y bebida. Pero hubo un puesto en concreto que nos cautivó: el de los churros


 Y así queda de guarra Berlín después de un fiestorro:


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