viernes, 28 de febrero de 2014

20140228 Y de camino, una cata de vinos sudafricanos

Los vinos sudafricanos son muy famosos en el mundo entero. Yo siempre había sido bastante escéptica a lo que en cuanto a calidad se refiere. Claro, una viene de la tierra del Jerez y se cree que lo sabe todo.
Sin embargo Sudáfrica, junto con California, tiene ese clima mediterráneo que tan bien le sienta a este brebaje mágico. Y así, recordando a nuestra tierra y brindando por ella, celebramos el día de Andalucía.

"Para el catarro, el jarro,
para el reumatismo, lo mismo,
y para el resto de enfermedades
el jugo de los parrales".

Después de una maravillosa ruta por la costa hasta Ciudad del Cabo, teníamos que volver a Port Elizabeth. Decidimos coger una ruta alternativa para no perdernos ni un sólo detalle. Y qué suerte la mía que después de un opíparo desayuno, nos tocó pasar por los viñedos de Sudáfrica. De todas las bodegas que hay en Stellenbosch, nosotros nos paramos en Murati. Con un aspecto mucho más tradicional que el resto de bodegas, y unas telarañas de más de 100 años que le daban su encanto al despacho de vinos, nos rodeamos de la mejor ambientación para pillarnos una pequeña cogorcilla.

Los viñedos.

Ahá, Jels se puso la sonrisilla bastante pronto. Y no se la quitó hasta que no se echó una buena siesta en el asiento trasero de nuestro buga.

 Chín Chín!
Cuidado con las telarañas centenarias patrimonio de la humanidad y punto de interés y de bien común e histórico certificado y patrocinado por la UNED.
No entiendo por qué había carteles que gritaban a los cuatro vientos: ¡¡ no las toquéis!! ¿pero quién te crees que soy?  Qué asco, ¿no? ¡Si  yo he venido a ponerme piripi nada más!

Jesús sólo se bebió una lagrimica y se mojó los labios, que luego tuvo que conducir. 

Seguimos nuestra ruta por el interior. La vedad es que no le tenía nada que envidiar a la costa. Dentro de su categoría, tenía de todo. 

Incluso hicimos una parada obligatoria en una tasca de las de toda la vida, con 4 parroquianos con coleta, en mitad de la nada, y con un nombre bastante sugerente pero con un alto contenido de publicidad engañosa.

Pues eso, que nada que envidiar.


Nos lo pasamos pipa en los miradores. No hay nada como parar en mitad del camino y estirar las piernas.




2 comentarios:

  1. vaya par de bellezones en la última foto.

    foto precioooooooosa.

    las niñas más, of course

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    1. :D gracias!!
      es que además nos pusimos nuestros vestidos! ;)

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