20140227 - Cabo de Buena esperanza

Al día siguiente nos encaminamos a ver el Cabo de Buena Esperanza, antes conocido como Cabo de las Tormentas. La verdad es que a nosotros nos hizo un tiempo estupendo, ¡ni una nube en el cielo!

De camino a nuestro destino hicimos una breve parada en Boulders Beach a ver a la colonia de pinguinos africanos. ¡Había muchísimos!

Encuentra a los dos pingüinos que se lo estan pasando bien

De allí seguimos hasta el parque natural. Es uno de los más bonitos de Sudáfrica y tiene muchas plantas que son endémicas de este lugar. La verdad es que allí olía de maravilla, las plantas eran muy aromáticas. Es una pena no poder grabar los olores para recordarlos más tarde o traerlos como recuerdo.

Olisqueando y posando

La playa de (Bartolomeu) Dias

Como somos gente deportista (ya lo hemos visto en capítulos anteriores) nos dimos un paseíto hasta el faro de Cape Point y luego hasta el Cabo de Buena Esperanza, fue una hora y media más o menos.

Desde el faro

Ahí esta nuestro destino!

La costa es preciosa

Después de recuperar fuerzas con un estupendo almuerzo a base de pescado, marisco, mejillones, tartar de salmón y ensalada de quinoa, partimos de nuevo en nuestro bólido a seguir explorando la costa.

Paseando a Ms. Cris 2

Por el camino nos encontramos una familia de babuinos por la carretera, huyendo de un señor que llevaba un rifle, creemos que de aire comprimido.

El trasero da un poco de grima

Vimos una playa de arena blanca que nos gustó y nos dimos un paseo.

Sombras africanescas

Y decidimos volver a Cape Town por la carretera bonita y complicada: Chapmans Peak Drive.

Chapman's Peak Drive

Y el final del día nos regaló una puesta de sol espectacular, de la que tenemos un millón de fotos más o menos, ya que nos parábamos en cada curva a hacer fotos. Por triplicado.

Siluetas

Las fotos son tan bonitas que me ha costado mucho decidir cuales poner!

El cielo en llamas

Intentamos ir a cenar a un sitio que nos recomendaron a las afueras, pero nos dio mal rollo el barrio y decidimos que mejor no. Así que acabamos en un restaurande de comida sudafricana en el Boardwalk, que es un enorme centro comercial al lado del agua. La comida no estuvo mal y fue un buen colofón para un día estupendo.