Después del gospel nos fuímos a ver a la mozuela de verde más famosa de todo el mundo. Tan famosa es que hay cuatro meses de cola para poder ir a verla y subirse a su corona. Jels y yo no organizamos este viaje con tanto tiempo, así que tan sólo podíamos darnos un paseíto por sus pies y echar unas cuantas fotos.
Para seros sincera, tampoco hacía falta más.