Cuando Cris y yo tenemos necesidades biológicas dejamos nuestra marca donde sea. Esta vez nos pilló en el barrio pijo y nos metimos en el salón de baile del 55 de Wall Street. El baño era alucinantemente lujoso y cómo no, la mente criminal de Cristina decidió llevarse unos souvenirs.
El salón de baile
Los baños eran más lujosos y espaciosos
que cualquier piso que yo haya tenido.
Tanto que nos planteamos si comernos allí el bocata
Se le contagió el glamour
Un posado
A continuación y en eclusiva un documento gráfico de un delito perpetrado por nosotras. En nuestra defensa diré que no teníamos servilletas para los bocatas.
Ahí viene con ellas en la mano, disimulando
Mira a la cámara desafiante
¡Oh no! de verdad va a mangarlas
¡Pa' la saca!
Risa maligna
Mi tesssoro...
¡Schhhhh no se lo digáis a nadie!
Juro por Dios que yo no he sido
ResponderEliminarAy Cris, que se te ha visto el plumerooo!!!
ResponderEliminarY no os cobraron???? Parece increíble que sean unos servicios. ¡Qué lujo, my god!
ResponderEliminarNada, no nos cobraron nada. No querrían nuestro sucio dinero de pobretonas.
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