domingo, 21 de abril de 2013

30130125 - Hannover

Hacía mucho tiempo que las empanadas Cris y Sirvarada tenían un viaje pendiente: conocer el nuevo hogar de Jels. Tras mucho hacernos de rogar, elegimos como fecha finales de Enero. Como concepto general, viajar por Alemania en enero no suele ser de lo más acogedor, pero nosotras no tememos las inclemencias del tiempo. Aterrizamos en Hannover y salió el sol. Que puedo decir, ¡somos unas empanadas con suerte!

Como cuando llegamos a Hannover Jels aun estaba trabajando, decidimos darnos un paseo para conocer su nueva ciudad. 

Cris fascinada con la nieve en Hannover. Es totalmente distinta a la nieve muniquesa.

Disfrutamos de un banquete como mandan los cánones.

En Hannover molan porque en la iglesia adoran a Superman.

¡Superman salve a la reina!

 En Hannover también hay plazas con bolas...

... y un río que no sabemos como se llama, porque nos olvidamos el mapa que nos hizo Jels en la taquilla de la estación.

Otra costumbre rara en Hannover es poner las sillas en la pared. Un poco incomodo para sentarse, pero muy chic

A la caída del sol nos recogimos, como pollitos, a casa de Jels. La visita cultural y gastronómica por Hannover nos había dejado extenuadas y queríamos echarnos una siesta en el sofá de Jels antes de que esta volviera del trabajo. Para poder entrar en la casa nos había preparado una gymkana que solo unas mentes rápidas y agudas como las nuestras podrían resolver.

Primer paso: Encontrar la llave entre la nieve.  

Segundo paso: Encontrar la puerta de entrada.

Tercer paso: Rebuscar entre los calcetines de Jels la segunda llave.

¡Todo el esfuerzo mereció la pena!

Y terminamos la noche como buenas empanadas...

... ¡a ritmo de Rock&Roll!



1 comentario:

  1. Sirvaraditisima! Pon etiquetas!!
    Qué bien nos acogieron Mr&Ms J.
    Y la comida de rancho chino no recuerdo si estaba rica o no, pero de aquí en adelante afirmaré que aquello era manjar de Buda.

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